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EL ERROR CREATIVO y la ∛8

  • Foto del escritor: María Teresa Jiménez García
    María Teresa Jiménez García
  • 20 oct 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 16 nov 2018


Probablemente uno de esos errores que cometes en un examen y que recordarás de por vida.



© by Quino


Lo primero es pediros disculpas ya que el tema de la EVALUACIÓN ha dado de sí para dos entradas de blog. Según escribía el tema iba derivando cada vez más, pero siento que es importante dejar con vosotros mi reflexión.


El siguiente FLASHBACK viene a colación del tema que hemos visto en la clase de TICs, la tan temida EVALUACIÓNNNNNNNNN.


En mi primer año de la carrera de Económicas, en la asignatura de Matemáticas, tocaba estudiar ¡Algebra!, un verdadero “coco” compuesto por teoremas, demostraciones y otras abstracciones que me hicieron estar durante todo un frío mes de enero, en vísperas de parciales, estudiando como una posesa para el examen de febrero. Corría el año 1990…


Llegué al examen y desarrollé todo ese potencial forjado en tantas noches de estudio, trayectos de autobús con apuntes, tardes oscuras de biblioteca y recorridos a pie memorizando en silencio.


No se dio mal, respondí a todo. Unas preguntas teóricas, unas teorico-prácticas y unos problemas que habían tenido un resultado correcto, aparentemente, …. Salvo uno. Un problema, que tras el repaso oportuno daba un resultado muy, muy raro:



Raíz cúbica de ocho. Qué paso había hecho mal para que me diera ese resultado tan extrañísimo. Raíz cúbica de ocho…. Y con esa intranquilidad salí del examen, convencida de que el problema estaba mal y tal vez estaba suspensa. Después de aquél esfuerzo tan descomunal con el Álgebra…


Mis amigos esperaban fuera y ahí andaban, comentando sus errores,… que no se habían acordado de tal o cual,… y tú, Maite, qué tal? Me tocaba a mí explayarme…. El problema 3 me ha dado de resultado RAÍZ CÚBICA DE OCHO…. Seguro que suspendo…


y todos mis amigos empezaron a partirse de la risa…. Yo no entendía nada… Ahí estaba…. A punto de cargarme la asignatura y mis amigos,,,,, partiéndose de la risa de mi resultado ….. Hasta que Dieguito, o fue María José, no lo recuerdo, uno de esos compañeros tan cabales, me espetó “-Maite, Raíz cúbica de 8 es 2”.


¡Daba dos! ¡Daba 2! ¡Lo tienes biennnnnnnn! ¡Es correcto!


Me quedé de piedra, pero feliz, inmensamente feliz. Porque sabía, que iba a aprobar y FELIZ PORQUE SABÍA QUE JAMÁS SE ME IBA A OLVIDAR comprobar ese tipo de resultados.


Reírse del error es una forma de superarlo, pero más allá, el error puede convertirse, aunque no fue mi caso en esta ocasión (hmmmm! o sí) en el inicio de una nueva creación.


Es muy famosa la anécdota de Charles Perrault al escribir el cuento de "La Cenicienta". El zapato que perdió Cenicienta en el baile era, según Perrault de un material llamado “vaire” que es un tipo de piel. La tradición popular, transcribió ese zapatito originariamente de piel en un zapatito de “verre”, de vidrio. El error llevó a una creación superior a la original y a todas las evocaciones e imágenes mentales que pueden suponer para una persona unos zapatos de cristal.


Esos zapatos de cristal, por cierto, se convirtieron después en rojos en el caso de Dorothy, la protagonista del Mago de Oz.


Gianni Rodari, maestro, periodista y pedagogo italiano (Omegna,1920-Roma,1980) https://es.wikipedia.org/wiki/Gianni_Rodari, autor del “Libro de los Errores” entre otros, nos cuenta esta anécdota como punto de partida para recalcar su pedagogía del error. El error sirve para realizar nuevas creaciones que desarrollan los conceptos y mejoran nuestra comprensión y nuestra creatividad.


Podemos citar otros ejemplos de la utilidad del error creativo en el caso de los grandes de la Ciencia. Charles Darwin, William Thompson, Linus Pauling, Fred Hoyle y el mismísimo Albert Einstein cometieron también errores en su investigación científica hasta llegar a formular sus grandes hallazgos. De hecho, la Ciencia se basa en el método científico, en la prueba y el error y sus avances se deben a ellos.


Os invito a reflexionar sobre la utilidad del error en el aula. Educar en el error es importante, muy relevante. Comprender y hacer entender a nuestros alumnos que el error es una oportunidad para seguir aprendiendo, creando y evolucionando es un hábito que nos hará entrenar la habilidad de la inteligencia emocional llamada “resistencia a la frustración” y también la creatividad y la resolución de problemas desde una situación de “error” o “fracaso”.



"El error sirve para realizar nuevas creaciones que desarrollan los conceptos y mejoran nuestra comprensión y nuestra creatividad".
 
 
 

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